En la gran mayoría de los casos, los conductores tienden a preocuparse por los elementos más familiares de su auto, como el aceite, el líquido de frenos, el refrigerante y más. Sin embargo, no consideraron la importancia de la amortiguación para la seguridad del vehículo. Así que aquí te explicamos por qué debes sustituirlos aproximadamente cada 60.000 kilómetros y cómo detectar si están fallando.
Como es menos común, los conductores no piensan en los amortiguadores, pero son muy importantes porque absorben los desniveles del terreno y brindan comodidad.
Resumen
¿Qué son los amortiguadores?
Es un elemento que protege a los pasajeros y a la carrocería de las imperfecciones del terreno. Los amortiguadores son parte del sistema de suspensión encargada de controlar y absorber el movimiento en las curvas. Están ubicados entre las ruedas del vehículo y el chasis.
Entonces ¿Cuándo deberías cambiar los amortiguadores?
No hay cifras exactas sobre cuántos kilómetros debes reemplazar los amortiguadores, ya que no todos los vehículos tienen los mismos, pero es probable que deba reemplazarlos después de cinco años o 60.000 kilómetros. De todos modos, tendrás que revisarlo cada 20.000 kilómetros para saber su estado.
Ahora bien, la sustitución de los amortiguadores también dependerá de por dónde conduzcas habitualmente. Si conduce por una zona de playa, es probable que la sal oxide los amortiguadores y acorte su vida útil. Asimismo, si conduce por zonas montañosas o rocosas, el sistema experimentará un mayor desgaste. En cambio, si solo conduces por ciudad o por carretera, tus amortiguadores te durarán muchos kilómetros.
Funciones del amortiguador en tu auto
- Funciona conjunto con los neumáticos para proporcionar adherencia y estabilidad
- Absorben las irregularidades del terreno y aportan comodidad
- Son los encargados del control de la dirección del vehículo, para tomar mejor las curvas
- Soportan la carga del vehículo
- Proporcionan la altura óptima para el vehículo.
Signos que indican desgaste del amortiguador de tu auto
- Desgaste desigual de los neumáticos
- Es más difícil conducir el auto en las curvas
- Notarás vibraciones al conducir
- En baches muy pronunciados los amortiguadores tocan fondo y se clavan
- En zonas con viento lateral el auto se siente más sensible
- Mayor tiempo y distancia de frenado
En resumen, depende del terreno por el que conduzcas habitualmente, pero generalmente se cambia a los 60.000 kilómetros.
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